La Gomera, un destino natural para el turismo slow
La Gomera es una de las islas que conforman las Islas Canarias, un bonito destino donde el turismo ocupa un puesto privilegiado. Pero esta isla está apostando por el turismo slow, es decir, por ser un lugar ideal donde desconectar, disfrutar del momento y de sus atractivos, de forma lenta y sin apuros.
Dentro de este tipo de turismo se encuentran aquellos destinos donde se puede sentir la naturaleza de primera mano, en toda su maravilla e intensidad, sitios donde realmente re-conectar con la vida y con uno mismo, en tranquilidad, sin aglomeraicones, y donde la idea es pasarlo bien, al servicio del propio bienestar y felicidad.
Esta isla canaria, que ha sabido conservar tanto su naturaleza virgen como el grueso de sus tradiciones, es un espacio con una orografía espectacultar y una tierra muy bien dotada para la práctica del turismo slow.
En un primer vistazo, se debe destacar que La Gomera cuenta con varios Parques Nacionales y espacios naturales protegidos: por caso, su Parque Nacional de Garajonay, Patrimonio de la Humanidad desde 1986, lugar de conservación de la laurisilva (bosque subtropical húmedo), o la Reserva Natural Integral de Benchijigua o el Parque Natural de Majona, entre otros.
En total, hay 16 espacios naturales protegidos que ocupan un total de 12.450 hectáreas de superficie, lo que representa hasta un tercio del territorio insular. Así también, la UNESCO ha certificado a toda la isla como Reserva Mundial de la Biosfera, lo que da cuenta de su pureza natural y su compromiso con la conservación ambiental.
Pero más allá de su encanto natural, el estilo de vida de La Gomera invita al relax y a disfrutar. También destaca su gastronomía, sabores y combinaciones que le son propios, con productos típicos como los quesos, almogrote, mojos, los dulces, la miel de palma y los vinos.
Todos estos productos son de carácter tradicional, y se caracterizan por estar elaborados localmente, con materias primas propias. En cuanto a los vinos, cabe mencionar que desde el año 2003, La Gomera cuenta con su propia Denominación de Origen (‘Vinos de La Gomera’). Los vinos más característicos de esta isla son los blancos, de color amarillo con intensos aromas varietales y los vinos tinto de color rubí y aromas frutales suaves.
Finalmente, otro dato: el silbo gomero, lenguaje autóctono de algunos de sus pobladores, basado en silbidos, fue también incluido por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2009.
Leído en eViajado.com
Foto Argelio.Díaz
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